Mi pelo tiende a variar de forma y color con frecuencia. Mi piel es suave y me encanta acariciarla por las noches, tal vez demasiado blanca a pesar de mis intentos porque tome color. Mis manos de artista son hábiles, aunque no tanto como mi lengua, larga. Mis muslos son anchos y mi cuerpo caza vez más musculoso, por el ejercicio que me encanta parcticar.